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Valparaíso, ¿a la deriva?

Imagen de Valparaíso, ¿a la deriva?

Columna de opinión de Óscar Acuña Poblete, Secretario Ejecutivo del Consejo de Monumentos Nacionales, publicada en el diario El Mercurio. "El viejo puerto del bolero, es una ciudad dinámica, que ha cambiado radicalmente en los últimos setenta años. La preservación de su patrimonio enfrenta controversias, que si se observasen desde una perspectiva amplia, podrían hasta parecer absurdas. (...) Las amenazas sobre el patrimonio son constantes; la naturaleza y el hombre se confabulan para ello. Y lograr un patrimonio sustentable es una preocupación también constante, pero no será posible sin un presupuesto adecuado y una buena gestión, en que la suma de las voluntades sea efectiva...".

Jueves, 11 Noviembre, 2010

En Ciudad de México, Capital Iberoamericana de la Cultura 2010, se celebró hace unos días el "Congreso de ciudades patrimonio mundial en Iberoamérica. Los retos para su preservación". Allí, nuestro país fue uno de los cuatro protagonistas centrales con la conferencia magistral "Valparaíso en la encrucijada". Hablamos de una ciudad que ha visto en su patrimonio cultural el puntal de su desarrollo futuro, opción que hoy pareciera abrumarla ante imperativos urgentes y dilemas que obligan a encontrar un delicado punto de equilibrio para todos sus objetivos y vocaciones; materia subyacente de un debate ciudadano que, afortunadamente, se inclina a la conservación patrimonial.

Porque la urgencia que se percibe hoy con mayor intensidad en la situación de los ascensores, de los cuales van quedando sólo tres de quince, no es única. Hay demasiadas evidencias de ello.

El viejo puerto del bolero, es una ciudad dinámica, que ha cambiado radicalmente en los últimos setenta años. La preservación de su patrimonio enfrenta controversias, que si se observasen desde una perspectiva amplia, podrían hasta parecer absurdas. Citamos ejemplos como la polémica por la conservación de los Almacenes Fiscales del Puerto que estuvieron en peligro de ser demolidos para implementar una solución temporal, también de algunas iniciativas de desarrollo inmobiliario que nada tienen que ver con la identidad del sitio patrimonial sobre cuya valoración existe consenso.

Planificación y la regulación urbana son ámbitos prioritarios. Circunstancias como las enunciadas y otras, principalmente el deterioro sostenido, evidencian la necesidad de armonizar y lograr sinergia del Plan Regulador Comunal con la condición de Monumento Nacional del sitio y de buena parte de su zona de amortiguación. Mientras se concluye el denominado "Plan Director de Gestión Patrimonial" -actualmente se trabajan la regulación urbana, lineamientos estratégicos (incluidas las iniciativas económicas y financieras) y un sistema de monitoreo- podrían, por ejemplo, adoptarse medidas de simple despacho, relativas al tránsito, los estacionamientos y zonas de carga y descarga.

Los cuarenta especialistas reunidos en Ciudad de México ahondamos las dificultades que presenta la preservación de este tipo de espacios patrimoniales y analizamos las alternativas posibles. Destaco aquí algunas de las más importantes conclusiones, que podrían darnos luces para acometer los desafíos de nuestro Valparaíso.

Constatamos que en todas partes las instituciones y legislaciones presentan carencias y se precisan mejoras, lo importante es trabajar con energía, con los instrumentos disponibles; no es posible esperar que los cambios ocurran para atender las necesidades de protección y puesta en valor. Las amenazas sobre el patrimonio son constantes; la naturaleza y el hombre se confabulan para ello. Y lograr un patrimonio sustentable es una preocupación también constante, pero no será posible sin un presupuesto adecuado y una buena gestión, en que la suma de las voluntades sea efectiva.

Debemos considerarlo, especialmente estando a un poco más de un año de la entrega -en 2012- por parte del Estado, del Informe Periódico de aplicación de la Convención del Patrimonio Mundial, sobre la condición de este bien.