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CMN analiza su actuación a un año del terremoto junto a vecinos de Lolol

Imagen de CMN analiza su actuación a un año del terremoto junto a vecinos de Lolol

"A un año del terremoto, podemos afirmar que la base del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) para enfrentar el desafío de salvaguarda del patrimonio, es la creciente valoración de la herencia cultural en nuestra sociedad". Esta fue una de las conclusiones de Óscar Acuña, Secretario Ejecutivo del CMN, en la sesión especial realizada en Lolol, para analizar el accionar y las consecuencias del sismo de febrero de 2010.

Viernes, 1 Abril, 2011

"A un año del terremoto, podemos afirmar que la base del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) para enfrentar el desafío de salvaguarda del patrimonio, es la creciente valoración de la herencia cultural en nuestra sociedad". Esta fue una de las conclusiones de Óscar Acuña, Secretario Ejecutivo del CMN, en la sesión especial realizada en Lolol, para analizar el accionar y las consecuencias del sismo de febrero de 2010.

Fue además la última reunión del CMN en que Acuña actúo como secretario ejecutivo, luego que prolongara su trabajo en la institución por un año para hacer frente a la crisis que el terremoto provocó en el patrimonio construido. En la oportunidad fue presentado por la Vicepresidenta Ejecutiva del CMN, Magdalena Krebs, su sucesor, el arquitecto Emilio de la Cerda, quien hasta ahora ha desarrollado su carrera en el ámbito privado, en estrecha relación con el patrimonio cultural.

Principales aspectos del balance
Acuña recordó que el 30 por ciento de todos los monumentos históricos inmuebles y zonas típicas del país resultaron dañados y que con respecto a la zona afectada el impacto fue en más de la mitad. El daño se concentró en las regiones de O'Higgins, El Maule y Biobío, donde se localiza el 65 por ciento de los monumentos con perjuicios mayores.

Al trabajo de evaluación que realizó el CMN, desde el mismo día del sismo -fue el primer servicio público central en llegar a Lolol y a otras localidades de la zona central- se sumó la rápida realización de medidas de emergencia para evitar daños mayores. Se invirtieron todos los recursos institucionales disponibles para emergencias en materiales para cubrir viviendas en zonas típicas y monumentos históricos afectados; fueron alrededor de $47,5 millones que en parte implicaron tantos metros cuadrados de plástico como 38 canchas de fútbol.

Se realizaron también reuniones con los vecinos, a fin de apoyarlos e impedir las demoliciones, pero sobre todo no poner en riesgo vidas. En esta etapa la difusión fue fundamental, bajo el lema, propiciado por el Centro Nacional de la Conservación y Restauración, "salvemos lo salvable".

Luego comenzó la realización de obras de emergencia para las cuales, durante 2010, el CMN gestionó $500 millones transferidos por el Programa Puesta en Valor del Patrimonio (Subsecretaría de Desarrollo Regional), para realizar directamente, previa licitación, obras menores de emergencia en 32 monumentos nacionales, ubicados en las regiones de Valparaíso, Metropolitana, O'Higgins, Maule, Biobío y La Araucanía. Su objetivo es asegurar la integridad de las construcciones en espera de la restauración. El 73 por ciento de las obras está terminado, el 23 en ejecución y el cuatro por ciento por comenzar (detalle en presentación anexa).

El fondo de emergencia 2011 para monumentos nacionales asciende a $135,9 millones.

En forma paralela, el CMN impulsó gestiones para obtener fondos privados y de otros países para la recuperación de monumentos dañados. Entre las iniciativas estuvo la publicación de un catálogo que muestra gráficamente la catástrofe en inmuebles patrimoniales y la participación en la Bienal de Venecia. Como resultado, Minera Cerro Colorado asumió la restauración de la casa de Prat en Ninhue, la División El Teniente de Codelco financió el apuntalamiento de la Iglesia La Merced de Rancagua, Minera Barrick está contribuyendo a la reconstrucción de la zona típica de Vichuquén. Por otra parte, el proyecto del Consejo para la consolidación y restauración estructural de la Iglesia La Matriz de Valparaíso ha recibido aportes del Fondo para la Reconstrucción del Patrimonio del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes y del Fondo del Patrimonio Mundial de la UNESCO, estando comprometido además uno del Programa de Recuperación y Desarrollo Urbano de Valparaíso (BID-Sudere).

Se suman a los anteriores los aportes de Alemania para la restauración del Museo de Arte Contemporáneo, sede Quinta Normal; de España al programa en Lolol y otras localidades de la Región de O'Higgins; de México para evaluación y restauración de los Murales de la Escuela Mexicana en Chillán y Concepción. Además de la asistencia técnica de técnica prestada por Francia, Perú y Ecuador en diversas instancias.

Respecto de las zonas típicas, el CMN ha desarrollado criterios generales de intervención y lineamientos específicos para cada una de ellas de acuerdo a las características de las viviendas en cuanto a volumetría, sistema constructivo, altura de muros de fachada y techumbre, composición y orden de fachada, proporción lleno-vacío, vanos y protecciones de éstos, zócalos y remates, corredores, techumbre y cubiertas, muros y cierros exteriores. Con otros servicios públicos y particularmente con el Ministerio de la Vivienda y Urbanismo se ha abordado la gestión de proyectos que serán beneficiados por el subsidio de rehabilitación patrimonial, alcanzándose un protocolo de coordinación.

Los once primeros proyectos fueron aprobados por el CMN en febrero y favorecen a viviendas de la zona típica de Lolol, algunas de cuyas casas fueron visitadas por los consejeros del CMN y autoridades locales antes de la sesión espacial. La ocasión permitió a los vecinos plantear inquietudes sobre la celeridad del proceso y la ejecución de los proyectos, entre otras materias.

A un año de la catástrofe
En cuanto a las principales reflexiones después de un año del terremoto, Óscar Acuña advirtió que la actuación institucional no ha ido por etapas, ya que mientras se abordan las primeras obras de recuperación integral en otros monumentos nacionales será necesario repetir acciones de emergencia como la entrega de fonolitas para Cobquecura o nuevas peticiones de plástico para el invierno que se avecina. "Se siguen abordando varios frentes a la vez, y todavía estamos trabajando en la recuperación del patrimonio afectado por el terremoto de 2005; con éste podría ocurrir lo mismo", dijo.

Entre las necesidades que evidencia lo ocurrido apuntó la de superar los déficit en materia de documentación e información sobre los bienes protegidos, y de tecnologías modernas para el manejo y sistematización de esa información.

Sostuvo también que el terremoto obliga a reflexionar sobre los conceptos de patrimonio vigentes y acerca de las cuestiones esenciales de la conservación, para lo cual es preciso escuchar a la comunidad y a sus autoridades.

"Una vez culminados los diferentes procesos, el CMN deberá reflexionar y responder claramente la cuestión esencial de si los monumentos afectados mantienen los valores que sustentaron su declaración, y actuar en consecuencia con esa respuesta", dijo Acuña.

Finalmente sentenció que la catástrofe de 2010 es la de mayor envergadura de las que ha enfrentado el CMN, y pone a prueba a la institución, cuya respuesta tendrá como base la creciente valoración del patrimonio por la sociedad.