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Lugar De Memoria Nunca Más

  • Imagen del monumento Lugar De Memoria Nunca Más
  • Imagen del monumento Lugar De Memoria Nunca Más
Dedicado A: 
Presos Políticos Dictadura Militar
Localización: 
Tarapacá, Iquique, Iquique
Dirección: 
Fuera de Escuela de Caballería Blindada
Referencia Localización: 
Fuera de Escuela de Caballería Blindada
Categoría: 
Monumentos Públicos
Tipología: 
  • Memorial
Mandante: 
Centro de Formación memoria y Futuro
Fecha de Inauguración: 
11/09/2015

Afuera de la Escuela de Caballería Blindada de Iquique, en un costado de la avenida Salvador Allende Gossens a la altura de su intersección con calle Sargento Aldea, se emplaza este monumento que recuerda a las víctimas de la dictadura militar. Se trata de un monolito de granito sobre una base de concreto y una placa de mármol, inaugurado el 11 de septiembre de 2015 a petición del Centro de formación Memoria y Futuro. El memorial señala el lugar donde se encontraba el Regimiento de Telecomunicaciones de la VI División en 1973, que funcionó como centro de detención y torturas. Se estima que al menos 1000 prisioneros políticos pasaron por este lugar, entre ellos 70 mujeres, las cuales fueron recluidas en el Batallón Logístico, a 200 metros del monumento. La placa señala los casos de William Millar Sanhueza, empleado de ferrocarriles de 42 años, y Jorge Marín Rossel, técnico astillero de 19 años, ambos militantes socialistas, detenidos en el Regimiento de Telecomunicaciones y desaparecidos desde la fecha de su arresto en septiembre de 1973. También se destaca el asesinato del soldado conscripto Pedro Prado, quien cumplía su servicio militar obligatorio y recibió una bala en un supuesto enfrentamiento el 1 de octubre de 1973. El Ejército entregó la versión de que Marín y Millar se habían fugado del regimiento, y que en su persecución, éstos habrían disparado al conscripto Prado, dándole muerte en el acto.

Esto contrasta, sin embargo, con la información que han recogido los familiares de Marín y Millar, de que ellos jamás se escaparon del lugar donde estaban detenidos, puesto que además de la extrema vigilancia, ellos estaban en condiciones físicas muy débiles producto de las torturas. Quienes habrían dado muerte a Pedro Prado, entonces, son los mismos que ultimaron a Millar y Marín, y que han querido ocultar las verdaderas circunstancias en que se produjeron estos hechos. El golpe de Estado de 1973 inauguró un período represivo sin antecedentes en nuestro país. Habida cuenta de la robusta organización popular en el seno de los partidos tradicionales de izquierda, al momento de derrocar al gobierno de la Unidad Popular, los militares de las tres ramas castrenses más las fuerzas de orden desataron una represión sistemática sobre estos sectores, caracterizada por la prisión política, la tortura, las ejecuciones y la desaparición de los cuerpos; todo esto en el marco de la doctrina de seguridad nacional con que la CIA educó a las fuerzas armadas de los países latinoamericanos durante los años ’60, ’70 y ’80. Según los informes Rettig (1990) y Valech (2003, 2010), entre los años 1973 y 1990, los agentes del Estado chileno asesinaron o hicieron desaparecer a más de 3 mil personas, y sometieron a prisión polí- tica y torturas a 40 mil. Si bien estas acciones fueron producto de una doctrina sistemática de las fuerzas armadas, hubo dos organismos legales encargados de la represión: la Dirección de Inteligencia Nacional, DINA, que operó entre 1973 y 1977, y la Central Nacional de Informaciones, vigente entre 1977 y 1990.