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Se aprueba solicitud de declaratoria como Monumento Nacional la Iglesia de Mamiña.

Imagen de Se aprueba solicitud de declaratoria como Monumento Nacional la Iglesia de Mamiña.

Tras el incendio que sufrió el inmueble el mes pasado, el CMN acoge la solicitud de declaratoria para poder resguardar una integra restauración y optar a fondos para su restauración como Monumento Nacional

Jueves, 2 Febrero, 2017

La Iglesia San Marcos de Mamiña construida en 1632, fue declarada por la solicitud realizada por la Intendenta de Tarapacá Claudia Rojas, y tuvo un gran apoyo de la comunidad y del alcalde Richard Godoy de Pozo Almonte.

La primera construcción de Mamiña se edificó con fines religiosos probablemente en un comienzo fue un pequeño oratorio de piedras, cañas y barro como techumbre, pero en el año 1632 se construyó el Templo San Marco de Mamiña, sobre un pequeño afloramiento rocoso de liparita o pumita (piedra rosada); con tecnología local, utilizando minerales no metálicos, piedras, arcilla, barro, madera, pastos duros, moños de trigo con técnicas tradicionales locales como el adobe, el mortero de barro, techado de mojinete y trabajo de piedra canteada.

Se puede considerar una edificación bicomponente, pues se reutilizó un espacio de uso prehispánico con importancia simbólica para las comunidades originarias.Lo anterior basado en que existió un cementerio prehispánico según se manifiesta en la oralidad local y evidencias descritas por pobladores sobre hallazgos en trabajos de mantenimiento a principios del Siglo XX y década de 1950.

El templo tiene tintes neoclásicos representados en su altar mayor y retablo, se presume una ampliación en el período colonial tardío, el que pudo tener una orientación norte-sur, siendo sus naves o capillas actuales al templo original y la actual entrada y retablo una ampliación.

La Iglesia de Mamiña es testimonio del encuentro temprano entre las culturas originarias y los colonizadores españoles, que derivó en una transformación cultural del mundo andino y sus espacios simbólicos en el ámbito religioso. También es un espacio donde la comunidad mantiene sus tradiciones vivas, sea por medio de la administración tradicional, en donde un fabriquero es el encargado de su conservación; y un alférez, que es el encargado de la organización de las fiestas o de la continuidad de la expresión de su fe en ellas.

Cabe destacar que la Iglesia sufrió un brutal incendio el pasado mes de enero, y esta declaratoria busca darle el caracter de Monumento Nacional para así buscar fondos para su reparación.